domingo, 15 de febrero de 2015

La mar (II)

"Del agua somos y en sus abismos encontraremos nuestro reposo. Ella nos devorará y nos mantendrá en sus profundidades hasta el día señalado por el profeta: el Día de la Consumación en el fin de los tiempos."

Liber labōrum

Nuestra religión es antigua. Dice nuestro libro sagrado que somos descendientes de los hombres de la tierra. Relatan en él los hagiógrafos que en el principio de los tiempos había sobre ésta un árbol primigenio. El viento del sur sacudía sus ramas con regularidad y sus semillas cayeron al suelo. De ellas nació una raza de hombres terrestres y ambiciosos. Descontentos con su lugar de nacimiento cortaron el árbol para hacer una nave y se hicieron a la mar. El Gran Espíritu los maldijo por su ignorancia y los condenó a vagar trabajosamente por las anchas aguas de manera permanente, sin encontrar el camino a casa.

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