viernes, 16 de octubre de 2009

Amicus Plato, sed magis amica veritas


Quizá sea más conveniente estudiar el bien en su acepción universal, y darnos de esta manera cuenta del sentido exacto de esta palabra. No quiero, sin embargo, disimular, que una indagación de este género puede ser para nosotros bastante delicada, habiendo sido el sistema de las Ideas presentado por personas que nos son queridas. Pero debe parecer bien y mirarse como un verdadero deber de nuestra parte, el que, en obsequio de la verdad, hagamos la crítica de nuestras propias opiniones, sobre todo cuando nos preciamos de ser filósofos; y así entre la amistad y la verdad, que ambas nos son caras, es una obligación sagrada dar la preferencia a la verdad
Con este hermoso pasaje introduce Aristóteles el estudio del bien en su Ética a Nicómaco. Y no podemos sino convenir en que la altura de ánimo es admirable. Parece que pidiera disculpas a la memoria de quien fuera su maestro: Aristocles Podros un viejo profesor de filosofía que se ganó, en su juventud como gimnasta, el seudónimo por el que hoy lo conocemos: Platón, "el de las espaldas anchas".