lunes, 23 de noviembre de 2009

Buscar sólo para destruir

I'm a street walking cheetah
with a hide full of napalm.
I'm a runaway son of the nuclear A-bomb.
I am a world's forgotten boy,
The one who searches and destroys.
Honey gotta help me please,
Somebody gotta save my soul.
Baby detonate for me.

Look out honey, 'cause I'm using technology!
Ain't got time to make no apology.
Soul radiation in the dead of night.
Love in the middle of a fire fight.
Honey gotta strike me blind.
Somebody gotta save my soul.
Baby penetrate my mind.

And I'm the world's forgotten boy,
The one who's searchin', searchin' to destroy.
And honey I'm the world's forgotten boy,
The one who's searchin', only to destroy.
Forgotten boy...

Después de la Segunda Guerra Mundial el desencanto y la desilusión llegaron para quedarse. Algunas voces dentro de las affluent societies del primer mundo criticaban duramente los ideales de la Guerra Fría y esto se haría notar, por ejemplo, en el movimiento hippie. Fue cuando se empezaba a hablar de contracultura en varios países occidentales y no pasó demasiado tiempo para que se transforme en enfrentamiento.

Todos los grupos humanos tienen una escala de valores que les da elementos para juzgar lo que es aceptable o no. En general, no nos detenemos a pensar en la arbitrariedad de las convenciones sociales porque no aceptar este consenso nos colocaría —ideológicamente y tal vez también psicológicamente— fuera de la sociedad, algo muy difícil de manejar. Tal vez sea el delincuente el que está en uno de los peldaños más bajos de esta escala de valores de aceptación social. En inglés se usa mucho el término offender. No deja de ser interesante la etimología, un offender es aquel que al romper la ley ha atacado, violado, ofendido (todo esto y más dentro del verbo latino offendo) a la sociedad. Esta se enfrenta a él para condenarlo y así lo deja fuera.

Así, la historia detrás de la palabra inglesa punk es contemporánea de la Guerra Fría. Inicialmente era solo un término peyorativo para un vago, un ser despreciable y sucio. Se usó mucho para referirse a un joven delincuente en el cine policial de Hollywood, pero desde la década de 1970 —en una actitud de abierto desafío— varios grupos urbanos marginales adoptaron este término para definirse.

Ante el desencanto la agresividad. Ante el vacío interior la destrucción —y la autodestrucción. Este era el lema de un punk, de cualquiera que se sentiese, en términos de Iggy Pop, the world's forgotten boy.

Iggy and The Stooges, Search and Destroy (1973).
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